Para la mayoría fueron los portugueses los primeros en llegar a pisar alguna de las islas que forman el archipélago nipón, pero recientemente, y desde el litoral andaluz, se reivindica con fuerza este papel para Ruy López de Villalobos, un malagueño insigne al frente de una gran expedición que, según parece tocó algunas islas japonesas, tal y como recogía el diario sur.
Fernão Mendes Pinto
El escenario es la isla de Tanegashima, al sur de la isla de Kyushu, dónde parece que entre 1542 y 1543 naufragó, tras una tormenta un navío repleto de portugueses. La embarcación que iba con fines comerciales de camino a China, a cargo del comerciante Méndez Pinto, sufrió los efectos de una tempestad que terminó con su nave encallada en la isla. Su llegada a esta isla del sul de Japón es el motivo por el cual los japoneses consideraron a los visitantes europeos como los nanban (南蛮, «bárbaros del sur») debido a que llegaban a Japón desde esa dirección, mientras que los europeos consideraron a los japoneses como una sociedad feudal compleja, con una gran urbanización del país y una sofisticada tecnología pre-industrial.
Posteriormente, en 1549, el jesuita español Francisco Javier llegó a Kyushu y comenzó a propagar el cristianismo en Japón. Durante los años siguientes, comerciantes portugueses, holandeses, ingleses y españoles llegaron a Japón, al igual que misioneros jesuitas, franciscanos y dominicos.
Una de las cuiriosidades que más ha transcendido en la cultura nipona, fruto de este contacto, fue la introducción de las armas de fuego. Méndez Pinto, uno de los náufragos portugueses, se acercó a Totitaka, el señor feudal de la isla y lo invitó a pasear, durante el paseo Pinto logró cazar un pato con su arcabuz. Totitaka estaba sorprendido por el arma de fuego, llega a un acuerdo con el portugués con el fin de que les cedan los arcabuces que llevaban y se los adiestren en su manejo.
Estos arcabuces pasarían a ser bautizados en Japón como "Tanegashima", y a vivir un período de expansión por todo el territorio japonés, con una mayor demanda por parte de los señores feudales. Pero el modelo original rápidamente fue modificado, dado que las mechas de disparo no eran un sistema apto para Japón, mucho más húmedo que la Europa que los había creado. Lo rpimero fue añadir un elemento que permitiía que la mecha funcionase incluso en condiciones de lluvia, otras evoluciones fueron el refinamiento del gatillo y el aumento del calibre de los proyectiles.
En la década de los años 1560 ya eran un elemento decisivo en las batallas de la Era Segoku. Su uso progresivo en las contiendas fue tal, que a finales del siglo XVI se había convertido en la nación con más arcabuces del mundo.
Hola, me encantaría saber si hay alguna traducción de las crónicas que los japoneses hicieron sobre la llegada de este barco y sus tripulantes. Muchísimas gracias.
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